Adam Bryant esta casado con la mujer de sus sueños, pero cuando llega Billy Santoro le ofrece un millón de dólares por follar con el, no puede rechazarlo, incluso su mujer esta de acuerdo en que un poco de polla no le vendría mal a su marido, especialmente cuando siempre le pide que le meta el dedo por el ojete. Billy queda completamente satisfecho, el precio ha merecido la pena, el placer de metérsela hasta la garganta y que le folle un buen macho como es debido.

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