Visto
Tíos con bigote, barba, pelo en pecho, pectorales que reventaban camisas ajustadas y un chorro de sudor mojando los pantalones de cuero. Así era como los hombres practicaban bondage gay en los años 70 y 80. Que no faltasen las botas altas, los guantes negros y la gorra de policía para dejar claro quién era el que mandaba. Y un cigarro en la boca significaba que el amo, además, era un cabrón. Eso sí que eran hombres. Hombres por los que muchos hoy en día se dejarían violar. Por eso no está de más traerlos de vuelta de vez en cuando.
En eso deberían de estar pensando en Finlandia cuando decidieron que los nuevos sellos del país iban a ser precisamente ilustraciones de estos machos alfa. Justo ahora, en agosto de 2015, hace un año desde que se renovaron las estampas finlandesas. Las nuevas incluirían hombres preparados para practicar bondage. ¿Y esto por qué? Resulta que Tom de Finlandia, también conocido como Touko Laaksonen, fue uno de los ilustradores más influyentes en la cultura gay del siglo XX. Se dedicó a las artes gráficas homoeróticas, y en concreto, a representar el carácter sexual del fenómeno de la dominancia y la sumisión. Su trabajo es conocido y reconocido en muchas partes del mundo, y se considera parte de la cultura finlandesa.
Si te pone cachondo este juego de roles, como a mí, apuesto a que no te importaría ser el tío que está a los pies del poli malo esperando con una mezcla de miedo y excitación a que haga contigo quién sabe qué. O, por el contrario, a tener a tus órdenes a un rubio con un cuerpo hercúleo preparado para que le den caña de la buena.